martes, 29 de junio de 2010

Make a wish

Es tremendo el ruido del silencio. El rugido de las olas y los embates de un viento frío que nos exige la retirada. El mar es el destino: El fin.
En el día en que se cumplen 6 meses de la muerte de mamá, entregamos las cenizas de Oscar al mar. "Es decirle adiós otra vez" escucho entre llantos y ¡ay!, cómo te entiendo.
Y me acuerdo de Ventana, cuando dejamos a mamá.
Me acuerdo de que en parte me quedé con ganas de decir algo...
Acá es distinto: El ruido a tormenta, viento y mar hace imposible cualquier duda; y así me convenzo de que las palabras sobran y respiro profundo la sal y el frío. Y lloro por él. Y lloro por ella. Y lloro por nosotros, que los extrañamos tanto.
Quisiera poder hacer que no duela tanto, amor. Quisiera con toda el alma.

domingo, 20 de junio de 2010

La fiaca

Estoy empezando a entender cómo funciono.
Tengo tres cosas que me hacen feliz al alcance de la mano... Y qué hago? Inmediatamente decido que el motivo de mi vida, el universo y todo lo demás, es una cuarta, inalcanzable, inaccesible. Y es entonces cuando entro en ese circuito de parálisis total. Fin del momentum. Nada de inercia.
Es extraño lo simple que se ve todo ahora.
Tengo un sistema para grabar. Si, OK, hace ruido... Pero me quedé con eso: Hace ruido. No seguí escribiendo canciones. No intenté pasar la melodía a una partitura para poder usarla de referencia. No seguí grabando nada. Hace ruido. ¿Buscaste cómo sacarlo? No... Pero hace ruido.
Quiero subir fotos de mis grabados a esa página que tengo por ahí, y tengo todo: Las obras, la cámara, TODO. Pero necesito buena luz... Y cuando hay luz necesito ganas, and so on.
Me ofrecieron ir a seguir metiéndole pata a mi profesión, porque la práctica hace al maestro... Y en lugar de aprovechar eso me sigo prometiendo un curso que por varios motivos no puedo pagar...
Hoy me duele mucho, muchísimo la cabeza. Me prometí que iba a ir hoy a yoga pero no. Y no sé si voy a ir mañana. Creo que quiero estar más con mis amigos. Y que quiero dejarme más tiempo de ocio, para darle espacio al ocio creativo que tanto dejé de lado. Porque estoy haciendo cosas, pero volví a sentir que no estoy haciendo nada...
Necesito una hamaca paraguaya acá, en la cabeza. Igual que la Robirosa.

jueves, 17 de junio de 2010

Magnifier

¿Se me fueron las ganas o ya no me importa?
Sea lo que sea, volví a uno de esos períodos en los que hago poco más que observar.
Colgué el libro, no fui a meditar, no fui a yoga...
Está bien, tuve mis razones... Pero tuve días de comer sano e, inmediatamente después, atacar el delivery con fruición.
"¿Qué te está pasando, Ce?", preguntaría madre.
Y, pasa que te extraño, vieja. Y pasa que la extraño a la abuela también. Recién veía una foto que tengo a mano de ella y estaba tan linda... Estábamos las tres tan lindas.
Me da algo de pena que la única foto en la que intentamos salir las tres, mostrando el triángulo matriarcal de esta familia, sea de esa época nefasta en la que yo usaba ortodoncia, pesaba 10 kilos más de los que no me hacía cargo, y tenía el pelo como Willy Wonka.
Extraño gustarme. Extraño querer cuidarme. Me extraño. Porque un cachito de mi se fue con cada una de ustedes, y me siento perdida. De a ratos más. De a ratos menos... Pero siempre fuera de foco.

martes, 15 de junio de 2010

And times goes by so slowly

Sigo transicionando, transitivamente transistórica. Es raro todo, coso.
Marido finalmente volvió, y como que me cuesta ubicarme. Como que se me complica aglutinar en un solo ente al hombre que dejé en la costa con el hombre que me devolvió Plusmar. Es extraño que las cosas se dieran así. Es triste entender lo que le está pasando, y saber que no puedo hacer nada más que estar. Nada más que esperar con él.
Mientras tanto, en otro lugar de Ciudad Gótica, mi vida sigue.
El zen me enseñó a estar acá, ahora; pero todavía me resulta extraño poder disfrutar de algunas cosas. Y eso que hablo de cosas super disfrutables, como un Cosmopolitan en el Sheraton, o el espectáculo de ver a Colegas en acción, Colegas con mayúscula que hacen que uno vuelva a enamorarse de la profesión que medio que dejó de lado.
Y al tiempo que me vuelve la pasión de la estudiantina, me vuelven los arrebatos coléricos. Lo extraño es que ahora los puedo pilotear in situ. En otra época hubiera reventado, pasada de hervor, y ahora… Ahora siento que si tuviera algo de memoria, me transformaría en una pústula sangrante de rencor y odio. ¿Tanto desprecio por una mosquita muerta? Such strong feelings for such an unimportant person, such an unimportant matter… But then I remember: Tengo memoria de pez. Y si respiro profundo y pienso en las cosas que truly matter, me relajo y siento paz.
Hacía un par de días que no le decía a mamá en voz alta que la extraño. Ayer se lo dije otra vez.

sábado, 12 de junio de 2010

It never rains. It pours

Yo tenía cuatro suegros, y era gracioso. No da tener cuatro suegros, ni en broma, pero Marido viene de una de esas familias modernas, y así se dieron las cosas.
4 Suegros. Cuatro suegros hasta el jueves.
El marido de mi suega se nos fue en la noche del jueves, asistiendo a una cita a la que estaba llegando siete años tarde. Siete años atrás le detectaron un cáncer violento de casualidad. Con un pulmón y un riñón menos, el tipo siguió haciendo su vida, viviéndola a su manera.
Y si, obvio que seguía fumando. Y así, contra todo pronóstico, sobrevivió a sus dos hermanos, que nos fueron dejando por el mismo motivo. Él era el del medio.
Marido es la persona más extraña del planeta. Lloró una vez, cuando le confirmaron que su "viejo" no salía del hospital. Después estuvo como siempre. Triste por momentos, pero presente.
Me acuerdo de cuando fuimos a la costa hace unos meses. Fuimos después de llevar las cenizas de mamá. Yo estaba tan lejos de mí... Es difícil de explicar. Creo que últimamente estoy volviendo a estar en contacto conmigo, pero en ese momento... Era un envase. Un traje de Ce.
Esta vez fue distinto. Pude sentir el perfume del mar, oír el ruido de las olas; tuve frío (y mucho), y descubrí fortaleza donde no la esperaba, en gente en la que no la esperaba.
Me invadió una sensación extraña. Rara. Me acuerdo que me repetía "Es un momento de transición", pensando que es un momento único, como nacer... Como morir como feto y nacer persona, como empezar a existir...

Y yo que pensaba que el Season Finale ya había pasado.

viernes, 4 de junio de 2010

Bonita es la gente que estuvo y no está

Mamá me enseñó a coser. A bordar. A abrir la puerta para ir a jugar.
Termino el ruedo de un pantalón y me acuerdo de ella ordenando su costurero.
Le costó enseñarme a bordar: Al ser zurda tenía que preparar todo en espejo para que yo aprendiera.
Mamá me preparaba el desayuno cuando yo iba al colegio. Y yo siempre me llenaba el jumper de café con leche cinco minutos antes de salir. Siempre tan torpe, tan chiquita. Como la vez que se me cayó el vaso de chocolatada de He-man y se hizo añicos, cortándome el pie: Mi primer marca permanente.
Mamá me enseñó a llevar ropa interior linda cuando voy al médico. Me enseñó a hablar geringoso. Me enseñó ortografía. Me dio amor. Me dio cariño. Me dio miedo, y se lo confesé esa vez que perdí por cuarta vez la billetera.
Mamá me hizo lo que soy. Mamá me dio un nombre. Mentira, me dio dos.
Mamá me ayudó a odiar el rosa y los volados, pero estuvo ahí cuando volví a quererlos.
Este mes van a ser 6 desde que mamá se fue. Y parece poco tiempo. Y parece mucho. Y es poco y mucho. Y lloré a mares escuchando "Bonito", de Jarabe de Palo. Y sonrío pensando en todo lo que me dió, estando y cuando se fue. Y vuelvo a llorar desconsolada cuando veo el banco del patio y me acuerdo cuando mamá se escapaba para fumarse el pucho del día y yo la acompañaba, para charlar de la vida, de Marido, de todo lo que no podíamos charlar con el resto de la familia presente.
Mi amiga.
Mi confidente.
No llegué a bajar del pedestal a mamá. Pensé que tenía tiempo, y ahora es todo más difícil.
Difíciles los 26. Difícil tener su edad cuando me tuvo. Difícil que el tiempo siga pasando.
El futuro no existe, pero yo te digo: Bonito. Y vuelvo a llorar.