lunes, 1 de febrero de 2010

La marca del deseo

Después de un fin de semana existencialista, al fin tengo un poco de paz. Ahora no me duele el pecho, ni tengo ganas de llorar.
En el existencialismo, así como en la total frivolidad, no hay lugar para el deseo; dijo F. Y entre eso y que mi viejo me dijo "todo es por vos, por ustedes", terminé de entender.
Mamá, "mi Mume", decía siempre que hay que segur al deseo, y es así. Porque hoy es lo único que tenemos. Porque ahora es todo.
Respiro profundamente, y me sorprende el perfume de la chica que tengo al lado.
Es un lindo perfume.
Viajo en el 128, y el viento me golpea en la cara.
Vuelvo a casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es lindo volver a casa.

Beso.