miércoles, 29 de diciembre de 2010

Chin-pun.

Este blog se terminó.
El cambio de template fue un manotazo de ahogado, pero hace un tiempo que no me puedo reír acá... y estoy con más ganas de eso.
Igual no me voy lejos. La casa nueva queda cerca.
Los espero allá.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Pensando

Por ahì lo que necesito es mudarme de blog.
Hace unos días charlábamos con un amigo blogger y él contaba que su blog ya cumplió un ciclo, y que por ahí era momento de abrir otro.
Me siento un poco así yo también.
Hoy estuve a punto de contarles cómo llené mi escritorio de yerba y lo tremendamente mensa que me sentí al volcar todo el mate en la alfombra... Pero como que este blog me hace poner mi "thinking cap", y termino analizando todo mucho.

domingo, 26 de diciembre de 2010

1 año sin mamá

Iba a ponerme a escribir sobre esto, pero la verdad es que no tengo palabras.
No sé si puedo decir que estoy triste. Estoy como anestesiada.
Pasó la navidad, y llegó el temido día y nada.
Bueno, nada.
Hace dos semanas que no como carne, hoy corrí 5 kilómetros, y me pasé otra vez todo el día sin luz gracias a Edesur y su maravillosa gestión. Marido se borró gran parte de la tarde dejando a Suegra en casa con Padre y sin posibilidades de distraer vía TV... Y me encargué de bardearlo inmediatamente apenas llegué, marcándole todas las razones por las que yo creía que no había pensado en mi (boludeces, obvio), pero sin expresar la verdadera razón por la que me sentí abandonada, que él ya conoce: Te fuiste en el aniversario de la muerte de mamá.
Pasa que yo me como ese papo de que soy fuerte, y puedo, y que no me afecta... Pero en la cena comí como si no hubiera mañana, y ahora no me puedo mover.
Me siento la más tonta. Y me pongo lejos. Y no dejo que nadie se acerque.
Me gustaba más cuando lo que escribía me hacía reír. Reír como se ríe ella en esta foto, posando para la cámara.
Te extraño, ma. Te extraño bocha.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sin taller y sin cerveza...

Se me terminó el taller y acá estoy: Efervescente.
Tratamos de seguir durante el verano, pero se complicó y me siento abandonada.
Y como me siento abandonada le digo pavadas a mi Socia, y terminamos en secuencia que sigue:
1) la bardeo (no a ella, sino que deliro)
2) nos damos cuenta las dos al mismo tiempo
3) me dice que desbandé
4) le doy la razón y registro por dónde viene mi papo
Decí que es mi socia en el crimen desde hace años, y recapitular con ella siempre es un placer.
Así está la cosa.
Tengo que encontrarle una dirección a todo este movimiento o me va a explotar la cabeza.

lunes, 20 de diciembre de 2010

every scar i have makes me who i am

Falta menos de una semana para el 26.
18/12: Happy birthday to me.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lame shame

Y compré acrílicos.
Y bastidores.
Y empecé ayer.

Obvio que todo lo que hice me parece una bazofia colorinche, pero creo que puedo trabajar a partir de eso.
Creo.
Espero.
Que se yo.
Me da fiaca dibujar antes de pintar. Como que todo tendría que surgir de manera más natural, sin esfuerzo...
Sacar una foto con grafito, en un instante.
Maldita yo con mis altas expectativas.
Voy a tener que volver a dibujar a conciencia... O amigarme con mis dibujos feos.
Todavía no me decido.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Si me das a elegir

Siempre me gustaron los oleos para pintar. El oleo es todo lo que siempre quise ser.
Es ostentoso, brillante, voluptuoso, sensual, cremoso, suave, erótico y profano, como cada una de mis fantasías de Mata Hari. Pero también es denso, como una melaza hostil de la que no podés salir y no seca nunca. Una porquería grasienta que se te impregna en la carne, en el cuerpo y en la tela como nada en el mundo.
Yo siempre quise ser óleo, vedette, glamour y trufas con chocolate; y caer en la peor de las miserias desde la cima de la gloria.
Y en algún lugar y para algunas personas, creo que lo conseguí.
Se piensan que soy como una exquisita seda con hilos de oro traída de alguna tierra exótica. Como el huevo Fabergé número setenta.
Pero otros saben, y me conocen de verdad.
Saben que soy simple, soluble en agua. Que si bien a veces me aquerencio, es sólo porque me dieron permiso. Que soy una azafata de Scania, pero fragil como una tela de araña. Que las broncas no me duran porque tengo memoria de pez, y que soy bastante más transparente de lo que quisiera.
Sos acrílico, nena.
Bancatelá.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mambo number fab

Y mostramos nomás.
Vinieron Padre, Marido, suegra, Kiv, Ana +1, mi librera favorita; y hasta tuvimos algo de Indian flavor al final. Hubo mucha foto, mucho tinto, cositas ricas y buena música. El lugar nos gustó a todos, detalles mil, guiños copados, onda genial.
Les contaría mis desventuras acuáticas y transitoriales de la previa, pero vale aclarar que nada pudo opacar mi alegría. Además llegué tardísimo; me sentí La Su.

Como siempre, con Padre no nos dijimos nada sobre el Olifante en la habitación. Disimulamos un par de días, hasta que ayer me lo largó entre chistres, mientras tratábamos de organizar nuestra Navidad:
"A mamá le hubiera encantado", dijo.
Y sé que es verdad.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Venerdi

Viernes terrible.
Me agarró nostalgia por esa época en que lo que escribía hacía reír, y me ataqué con la template del blog...

Encima, nuestra perra loca se comió media paloma.
La encontró mi viejo mascando la otra mitad. Suponemos que la cazó en el jardín, porque la media torcaza que mi viejo le tuvo que chimanguear parecía fresca.
Los viernes me siento sola-solísima, y no daba dejar entrar al perro assasino y subirlo a la cama para sentirme menos abandonada. El aliento a pluma no es una opción.
Pobre palometita...

Estoy ansiosa y contenta por lo de la muestra.
Y como ando un poco exhibicionista, les dejo el link de Lindo mambo, para que vengan a ver si llueve.

jueves, 25 de noviembre de 2010

De fina shanda

Se me viene encima la muestra como una ola.
Estoy emocionada y contenta y un montón de cosas.
Hay proyectos, cosas en el tintero, accidents waiting to happen.
It's The Final Countdown.

Agradezco que la muestra sea este martes.
Agradezco que noviembre me despida con el ego henchido y el alma llena.
Agradezco entrar en este mes nefasto con una sonrisa.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Show

Exponer, mostrar, exhibir, presentar, exteriorizar, ostentar, enseñar, desplegar.
Como le dije a Fede, es extraño el camino que recorre el deseo.
En menos de dos semanas tengo mi primera muestra. Va a ser la primera vez que cuelgue algo mío.
Estoy tan emocionada que no puedo pensar.
Ahora tengo que perseguir al hombre de los marcos, para que me entregue todo en fecha.

domingo, 14 de noviembre de 2010

One

Primer aniversario de casados.
Marido me tiene una semana tratando de adivinar qué planeó. "Una aventura para todo el día", repite sin dar más información.
Vamos con A. de gift-hunting, y después de dejarnos la nariz pidiendo auxilio, elegimos un perfume para él.
Llega el 13, y Marido me lleva en viaje sorpresa a Uruguay.
Paseamos por Colonia, nos caminamos la vida y volvemos durmiendo en el barco, acunados por las aguas del río.
De vuelta en madero, me lleva a cenar sushi con Asahi, y cerramos con degustación de chocolate y besos.

Y pensar que tenía miedo de no poder disfrutar del aniversario...
That shows how much I know.
Luvya hun.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Explode

Estoy distinta.
Hace unas semanas que noto el cambio, y no está mal. Es bueno, porque me están pasando cosas lindas... Y no hablo de sorpresas, de cosas "autofdeblú". Hablo de causalidades bien plantadas, de hijos amados del trabajo y del esfuerzo. Hijos que bien podrían haberse quedado huérfanos si no se hubiera liberado toda esa energía implosiva en mí el día que me di cuenta de que mamá no estaba más.
Creo que todas estas cositas lindas, estos detalles, mis historias mínimas, son posibles por lo que me tocó vivir. Y creo que en mi estado anterior, en ese letargo inerte del no saber que estaba viva, no hubiera valorado, siquiera notado muchas de ellas. Hubieran pasado sin pena ni gloria. Se hubieran perdido en un mar de arenas, como un par de anécdotas.
Hace un par de días, por primera vez en varios meses, tuve ganas de bailar. Estoy usando más faldas. Estoy sintiendo más deseo, más impulso, más sangre en las venas.
Hace un par de días que el luto dejó de tener sentido, y esa sensación, se hace carne en este blog.
Lavate la cara y rajá de acá, que el día recién comienza.

domingo, 31 de octubre de 2010

Cíclica

Y es por eso. Por lo mismo que no tengo grises.
En mi vida, en mi cabeza, en lo más interno de mi ser, no hay grises. Mamé eso durante toda la vida, y es un aprendizaje diario el pensar en posibilidades "intermedias".
Entonces tengo momentos en los que me vuelvo completamente anal, loca del control. Esto va acá. Aquello no. Y hago listas interminables con tareas para hacer, y me comprometo mentalmente para llevar acabo un numero x de actividades por día, por semana, por mes.
Planifico.
Ordeno.
Priorizo.
Clasifico.

And then, suddenly: Chaos.

Me emborracho. Me como todo. Duermo como si no hubiera un mañana. No hago nada de mi hermoso listado "To Do". Nada de nada.
Y eso soy. Blanco y negro, buscando el equilibrio... Y creo que es una tarea de toda la vida.
Es gracioso, pero me doy cuenta ahora, recién ahora mientras escribo, que lo que tengo que hacer es ponerme objetivos más "realizables".
Nada para hacer todos los días. Meditar y tocar a JuanCa algunas veces por semana, pero no todos los días. Y correr cuantas veces pueda, que es un nuevo descubrimiento. Y Dormir más. Y eso. Tranqui. Disfrutando el paisaje.
Y que la vida no sea eso que pasa mientras estamos ocupados pensando en otra cosa.

sábado, 23 de octubre de 2010

Under pressure

Hace un rato que le estoy dando vueltas al asunto, y no sé cómo escribirlo. O si se, pero no me acuerdo de una parte.
To summarize:

Pasó el día de la madre.
Marido se fue de viaje.
Murió un muy amigo de una gran amiga.
Nos pasamos la tarde de tapas, hablando de la vida, del amor y de nuestros muertos.
Vale aclarar que antes yo tomaba como un vikingo, pero desde que estoy flaca, un Gancia me hace reír, y una porción de fritas me deja patas para arriba.
Sigue la semana, y me voy a dormir a casa de otra amiga.
Abriendo el tercer blanco, nos decimos que nos queremos, nos abrazamos y mi cabeza hace un fundido a negro.
Me despierto hora y media después de mi horario de laburo, al lado de un balde y con comida china en el pelo. Baño mediante, estoy en la otra punta de la ciudad pero voy igual. Ya había una baja en la oficina, y pese a un ataque al hígado feroz me sentía bien, así que fui para blanquear mi conciencia.
Voy, hago mi papel, doy lástima a cuatro manos y casi no como.
Mi jefa cree que estoy embarazada, y no da decirle que tengo una resaca masiva de una semana de duración.
A papá nunca le conté.
A Marido sí, vía Skype.

No sé por qué me estoy pegando tanto. Por ahí porque no celebré el día de la madre. O puede ser la presión laboral. O que sin Marido tengo dosis doble de Padre. O que sin Marido todo se me hace cuesta arriba.
El lunes lo charlo con Fede y les cuento.

domingo, 17 de octubre de 2010

Jose*

Ayer cumplió años mi tío.
Mi tío border, el que no quiere volver más a la casa de su hermana muerta.
Mi tío músico, la causa primera para que mi cerebro juvenil asociara arte con reclusión, vicios y destrucción. El tipo que me mostró que la locura era el fin único e irrevocable de la música... Del ser sensible. El resultado inamovible de ser sensual.
Ayer tuvimos la charla telefónica más corta y berreta del universo. Corta, cortísima. Se sentía por todos lados que ninguno de los dos quería estar del otro lado del teléfono...

Por culpa de Jose entendí temprano que la genialidad y la locura van de la mano.
Por culpa de Jose, le tengo miedo al arte.
Por culpa de Jose, no puedo dejar de cantar.
Te quiero, Jo.

* Jose se dice así, con acento en la o, así que no hace falta tilde.

jueves, 14 de octubre de 2010

Run

Tengo un plan.
Medio desordenado, medio así nomás, pero creo que puedo llevarlo a cabo.
El plan incluye principalmente dormir, meditar, tocar a JuanCa al menos una vez al día, empezar a correr, comer para vivir, montar definitivamente mi estudio de grabación en casa y volver a pintar.
Sé que son muchas cosas, pero con algunas ya empecé y es más fácil de lo que pensaba.
Me da como vértigo que todo esto sea como un golpe de locura, un rush adrenalínico... y que no sea algo continuo. Me da miedo hundirme en un mar de fiaca y no levantarme más.
Hay que superar la barrera de la paja, que es como la barrera del sonido, pero mucho más determinante.
Y hay que quererse, porque estos cambios los hace uno convencido si, y sólo si, uno se quiere. Y yo medio que no me banco mucho, pero creo que voy a hacer el esfuerzo.
Si mis amigas salen conmigo, no puedo ser tan mala...
O si.

viernes, 8 de octubre de 2010

Sick

Hacía años que no tenía anginas.
Cuando era chica, tenía tres o cuatro anginas purulentas y rabiosas por año, siempre con fiebres altísimas. Una vez tuve convulsiones por la fiebre, y me llevaron al hospital de niños. Recuerdo vagamente cuando me metieron en una bañera con agua helada, para bajarme la temperatura. Mamá siempre estaba ahí. Ella me agarró en brazos y se puso a correr por la casa. "Había que hacer algo". Por suerte a papá se le ocurrió frenarla, subirla al auto y llevarnos al hospital.
Hacía años que no tenía anginas y no creo que esto sea casual. Tener anginas a una semana del día de la madre, no me suena a coincidencia. No puedo separar el no poder hablar del dolor de garganta del hecho de que no voy a poder decirle "Feliz día" el domingo.
Mind over body.
Soy tan carne de diván.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Reminder

Se viene el día de la madre.
Todavía no decido si ponerme triste o no.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Abre los ojos

El reconocimiento de un colega de una vocación perdida y reencontrada, me hizo volver a mi. Volver a mi como se vuelve en sí después de perder la conciencia.
Es raro, pero mientras escribo esas tres palabras (perder la conciencia), me acuerdo del último "desmayo" de mamá. Ella dejó de respirar, murió por unos segundos... Y se hubiera muerto del todo si papá no la reanimaba. Una sola vez le pude agradecer a papá por dejarme despedirme. Una sola vez, pero si el no la traía de vuelta, no la hubiera podido besar antes de que se fuera.
"Mirá que lindo, sos una artista", dijo el profe. "Vos, vos sos grosa", dijo mi compañera de armas en las trincheras del color... Y yo pienso en despertar, y el primer despertar que hace eco es ese último despertar de mamá.
¿Será que creo en el despertar recién cuando una parte de uno murió?
Creo que la muerte nos hace más permeables a la sensación del cambio. Una muerte hace tangible y real el awakening. Despertar. Surgir. Brotar. Nacer.
Ya te dije, morir es como nacer.
Y, últimamente, estoy pensando mucho en eso...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Hacé como Moria

Tuvimos un fin de semana de suegra y, pasada la tormenta, lo primero que hago es ir a ese lugar ingrato de los mails viejos. Es como cuando buscás los poemitas pedorros que te escribió tu ex... O peor, cuando se pasaban la lista de supermercado por via electrónica.
Y ahí va uno, en la búsqueda de un "Te quiero", un "Te amo", un "Te extraño" perdido entre el jabón en polvo y el Cif Gel: Mendigando cariño.
Suplicando esas palabras que sabemos que alguna vez nos dijeron, pero que no quedaron registradas en ningún lado. Buscando los clavos emocionales que lo atraviezan a uno, y rempujándolos con el dedito infantil para adentro, donde más duele.
Y si querés llorar, llorá... ¿Qué querés que te diga?
Porque no jodamos, buscar los mails de tu vieja entre todos tus mails archivados tiene sólo un propòsito: Querer llorar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Workshoperra

Tuve como una semana y media de superimpulso, moviéndome a Warp-5 y de golpe me abataté. Es extraño darse cuenta de todo eso. Es extraño darme cuenta de anything at all... Siempre me consideré una discapacitada emocional, y ahora es distinto: Now, I see what you did there.
Decía entonces que estoy en warp 5, avanzando por el hiperespacio sideral, haciendo y diciendo como cuando era adolescente... pero registrando a los pocos segundos qué desbarajuste interdimensional generaban mis verborragias en la frontera final, en ese lugar al que nadie había llegado antes.
Me di cuenta de toque (rápido para mi, que soy una babosa aletargada), que me estaba zarpando un poco.
Y me empecé a rescatar. Y fue como mirar un accidente: No podía dejar de actuar como Robotina porque me había dado cuenta de que estaba zarpada, pero tampoco podía hacer como si nada, porque me acababa de tomar medio litro de leche.
Cualquieri.

jueves, 23 de septiembre de 2010

We wish you a merry christmas

Se vienen las fiestas.
Es normal en septiembre empezar a pensar en las fiestas. Y faltan 2 meses para nuestro primer aniversario de casados. Y Ana me pregunta si voy a hacer algo para mi cumpleaños y yo no estoy segura de tener motivos para festejar.
Siempre me gustó cumplir años. Siempre.
Mi abuela decía que si no cumplís años es porque estás muerto, y se servía otra cucharada de helado. Rosa amaba el helado. Y mamá terminaba su porción de torta de manzanas y sonreía. Ella no quería envejecer, bless her, she never got the chance.
Diciembre va a ser un mes ingrato.

sábado, 18 de septiembre de 2010

People need places

We need places to go back to.
Memories. Pictures. Moments.
Volver a esos momentos es como volver a casa. Sentís que podés sacarte los zapatos. Que podés ponerte cómodo, cambiarte la ropa y soltarte el pelo.
Pero es sólo una sensación. Como un presentimiento... que no es real.
Volver a esos lugares es como hundir el dedo en la herida sangrante.
People need places, y volvemos a intentar. Y volvemos a volver. Y nada.
Nada es como era. Porque el lugar que dejaste no existe más, cambió: Es distinto.
El barrio de tu infancia no es lo que era. Tu escuela era más pequeña de lo que recordabas. El amor de tu vida a los 15, cerca de los treinta se está quedando pelado.
Nada es como era. Lo único permanente es el cambio.
Latelly I get this feeling of not having such a place.
Es extraño. Liberador. And it scares the crap out of me.

jueves, 16 de septiembre de 2010

White carnation

Un clavel blanco en el piso de un parque que te dice hola. Y te dice hasta luego.
Un clavel blanco prestado, perdido. Un clavel interruptus.
Te dejamos un clavel blanco, mamá.
Lloré sal y agua frente al clavel, al verde y las sierras. Lloré tu ausencia y el vacío.
No te hablo allá, mamá.
Creo que sólo te hablo en mi cabeza, en mi silencio.
No creo que escuches.
No creo que estés ahí como en el cielo, siendo espíritu, fantasma o ánima.
Creo que tu esencia está en mi, en mis gestos, en mis genes, en la forma de mis manos, en la cadencia de mi voz. Te siento en los abrazos que me faltan, te beso en las fotos que me cuesta mirar, te respiro en un frasco de perfume que nunca vas a terminar.
Un clavel blanco sobre el pasto. Sobre el rastro de cenizas que el viento no borró del todo después de nueve meses.
Este fin de semana que pasó, volvimos al pueblo natal de mamá.
Le dejamos eso.
Solamente un clavel blanco.

martes, 31 de agosto de 2010

And now for something completely different

Y si, me pasan mil cosas. Y se acabó pasarla boyando en el laburo porque estás quemada. Todo es producción, todo es explotancia, dinamismo y productividad, importada de India.
Mientras tanto hacemos cuentas, y si pago la tarjeta no comemos, y si comemos no puedo estudiar, y si estudio no puedo tener luz en el baño. “Pero hombre, ¡La vida es hermosa!”.
Y mientras pienso que la cabeza no me da para más, por un accidente se le rompe la pata a mi perra. Si, esa perra que si está ansiosa/angustiada/excitada o cualquier adjetivo que denote estado de ausencia de paz, se arranca pedazos. Entonces dolor de pata. Y venda. Y malestar. Y morderse. Y bozal 24/7. Pero vamos, que si la sacamos una vez, esta sale con fritas… ¿O no?
Y evaluando eso, el trabajo, la falta de tiempo, que ahora tengo lugar para tocar a JC pero no tengo luz… Y es lo mismo.
Me encuentro una mañana con un mensaje de texto de mi padre.
Mi padre viudo que escribe por error.
Mensaje de texto destinado a una “so called” amiga, que me llega apenas abro los ojos, cuando enciendo el celular.
Borro el mensaje inmediatamente y repito en un mantra “mequierolvidarmequierolvidarmequierolvidar”.
Pero fijate que no. No me olvido.

viernes, 27 de agosto de 2010

Say it like you mean it

No tengo muchas palabras últimamente.
Tengo ganas de volver a pintar.
Y un taco a medio preparar, para armarme una xilo XL.
Tengo casi tres canciones, y como 20 a medio hacer.
Quiero armar una carpeta con obras para poder empezar a exponer.
"Ah, pero ¿te lo tomás en serio, entonces?", me preguntó una chica en la oficina.
Y no. Por primera vez no me lo tomo en serio, y tengo que abrazar esa idea y no dejarla ir.
Porque si me lo tomo en serio, le cuelgo una cortina de seriedad y persona responsable que me es contraproducente.
Me gusta no saber qué voy a hacer con mi taco pleno, puro impulso, potencial infinito.
Quiero empezar a grabar canciones, y estoy empezando a encontrar mi lugar y mi tiempo.
Y mientras me tomo el tercer Gancia, y empiezo a preparar la cena de hoy, pienso que no está todo tan mal. Que tengo que abrazar esa necesidad de hacer, y dejar de estar en el condicional.

¿Me estaré boicoteando?
It's hard to teach an old dog new tricks...

martes, 24 de agosto de 2010

Hulka fractal

Broncas que generan broncas que generan broncas.
Y mientras me entero de una buena noticia y felicito a los involucrados, se me caen unos lagrimones enormes por todo lo que la noticia implica.
Y logro darle forma y terminar dos grabados de la pila de proyectos... Y me siento plena otra vez, por poder cerrar algo. Tapar los agujeritos, como todo obse. Y lloro por los otros temas pendientes que no quiero cerrar. Y vuelvo a sacar al violoncello del estuche, y no me gusta lo que escucho.
Porque una cosa es saber que mamá ya no está, y otra cosa es que me embista su ausencia cada vez que hablamos.

lunes, 16 de agosto de 2010

El arte, esa cosa

Estoy aprendiendo a jugar, y no es fácil.
No es como te lo pintan en las publicidades: “Yo quiero ser artista” dice el nene mientras toma Danonino y corre con la capa de Superman.
Cuando uno quiere crear, tiene que dejar que las cosas fluyan: Tiene que jugar... Y a mucha gente le surge naturalmente esa descompresión, esa soltura, esa liviandad...
Pero a mi, no.
Yo soy el sargento de caballería del arte. Mariscal de amianto. Tripulante de hormigón.
Me tomo todo tan en serio, que me enrosco en la responsabilidad que me inunda e invade todo lo que hago. Porque esto es serio ¡Habrase visto!
Tiene que ser bueno. De calidad. Brillante. Iridiscente. Inenarrable. Único y perfecto. De una sola vez.
Y ahí está el truco, en esa vocecita de dictador yugoslavo que repite como el pájaro carpintero: “De una sola vez”.
De una. De taquito. Como si nada. Sin ensayo. Sin estudio. Naturalmente. Lo que surja. Sin trabajo. Sin esfuerzo. Sin repensar. Lanzar obra. Expulsar creaciones. Vomitar arte.
Y no nena… Fijate que no es así.
Prueba y error, cariño.
Y Error.
Mucho error. Mucho pifiarle. Romper. Desarmar. Rearmar. Procesar… Y recién ahí, chiquitito y precioso, está el capullo de lo que puede ser una canción. Un grabado.
Algo mío.

miércoles, 11 de agosto de 2010

É pau, é pedra, é o fim do caminho...

Nos mudamos a nuestro dormitorio.
How lame is that?
Llamar mudanza a correr tus cosas unos 5 metros parece broma... Pero se siente Mudanza, con M grande.
Alejarnos un poco del habitáculo paterno. Abandonar la que era mi habitación de la adolescencia, para llegar a un lugar de nueva intimidad... Y poder susurrarnos cosas en la noche sin temor a despertar a nadie.
Todavía faltan cosas.
Después de dos días enteros de morirnos de frío, la calefacción funciona. Y todavía me da miedo que quede la puerta de mi estudio abierta, porque da a la calle y no pusimos las persianas aún. El placard está a medio hacer, y nuestra ropa sigue en el viejo cuarto, y sin embargo... Todo se siente tan propio, tan nuestro. Aunque destiña de polvo blanco y desorden.

Se inaugura la "Temporada de casa". Y la de caza, también.

lunes, 2 de agosto de 2010

Calambre

Como que tendría que ponerme a hacer mil cosas, pero no. Es como estar atrapada. Esa es la sensación que tengo. Atrapada en la inercia... Es como tener un tapón en el potencial. Un bloqueo en el nervio creador. Es como tener una zapatilla trabada en el fondo del lavarropas, atorada, encajada e inamovible.
Siento que debería estar más tiempo en casa, para poder dedicarlo a esas cosas que me hacen bien. Hoy la casa nos queda chica con todas las habitaciones a medio usar, y entonces todo se vuelve mucho más difícil. Si por ocho meses (Si, ocho meses... Una locura) no tuve mi espacio, ¿cómo voy a tenerlo ahora, que hay menos lugar?
Ensardinada. Enlatada. Entumecida.
Es como vivir en un embutido. En una salchicha parrillera fluorescente que nadie quiere comprar.
Seguro que me va a gustar con el tiempo, pero ahora siento la soga al cuello.

La semana pasada, cuando llegó papá a casa, tuve que correr al baño para lavarme la cara. Me había pasado la tarde mirando el diario de mamá y llorando a mares. Tenía los ojos hinchados como un zapo pero, obviamente, los dos nos hicimos los tontos.

martes, 27 de julio de 2010

00:15

Recién empieza el día y yo no me puedo dormir.
No es falta de sueño, para nada. Si pudiera frenar las ideas por un momento, estaría navegando por la quinta nube de Úbeda, abrazada al señor de las arenas... Pero no.
No me puedo dormir.
No me puedo dormir, pero tengo un sueño que me caigo.
Y... Por qué no te dejás de joder con la cajita esa y te acostás de una vez? Si hasta la perra te mira con cara de "Dale, mople. Terminala con el tiki-tiki y dejame dormir" desde abajo de la frazada. Y no. Porque siento que se me va la vida durmiendo.
Es una idea tonta. Bastante precaria, if I may.
"Se te va la vida durmiendo"
Y sé que no es así, porque en mis momentos más lúcidos me pido por favor dormir un rato más, porque sé que si duermo 5 horas dos o tres días seguidos, después soy un paramesio aletargado que apenas puede con su alma.
Y acá estoy, tomando la decisión más brillante de la noche: No desenchufar el coso este, quedarme pegada al chupete electrónico.

Curioso.
Siempre me dijeron que de chiquita, nunca quise el chupete.
Modernidad o regresión. O las dos

¿Y si le pongo Hibernar, qué pasa?

sábado, 24 de julio de 2010

Traveling

Fue como viajar en el tiempo. Volver a un momento feliz, viajar 8 meses atrás.
El viaje fue un reencuentro, suyo y mío
Nuestro.
Volver a ese lugar en el que yo soy mujer, cómplice y par. Volver a funcionar como cuando estábamos solos. Volver a los mimos sin pausa, a la libertad del espacio propio, a las duchas de a dos.
Dejar de ser hija me ayudó a repensarme. A pensar en lo que hicimos cuando mamá murió, que dejamos todo y nos mudamos con el viejo. Y papá es un sol, pero antes de ser un dulce, es un padre... Es mi papá.
Salirme del lugar de hija me hizo fuerte. Me hizo recordar que no puedo esperar. Me hizo darme cuenta de que ya no soy la nena que se fue de casa... Darme cuenta de que no soy mi mamá, y que tampoco quiero serlo.
Soy solamente yo. Que no es poco.

jueves, 22 de julio de 2010

Volver

Y darme cuenta de que nada cambió entre nosotros... Es reconocer que, en algún lugar, está escondida la chica que yo era cuando te conocí.
Si, esa que se reía todo el tiempo.

domingo, 11 de julio de 2010

20 minutos

En ese tiempo nos vienen a buscar, y partimos hacia las playas y el calor.
Es extraño irnos de luna de miel después de tanto tiempo. Después de tantas cosas.
Es raro estar festejando después de los 7 meses más largos del mundo.
Es olvidarse un poco y, en palabras de Fede, eso es sano. Olvidar un poco de esto, es poder pensar más en otra cosa...
Y si, tenemos otras cosas en mente.

jueves, 8 de julio de 2010

Hacer las paces

El tiempo pasa y con él nos vamos dando cuenta de que realmente es así, y que no se detiene. Es una cinta que avanza non-stop hacia los confines del futuro; sin rumbo fijo, sin baranda, sin cinturón de seguridad.
El tiempo se mueve y, de maneras misteriosas, todo empieza a encontrar su lugar: Todo se acomoda.
Y sé que seis meses atrás yo sentía distinto, pero hoy es más fácil. Hoy siento que puedo.
Esta mañana Marido me hizo llorar. No me gusta llorar, así que si lloro es por algo serio. Y en lugar de no hablarle por todo el viaje, en vez de no mirarlo nunca más, lo agarré de la mano. Le hice una caricia y seguí llorando.
Lloré porque duele.
Él no me lastimó queriendo pero, contra todo pronóstico, pude perdonarlo ahí mismo, a las 5:40 de la mañana.
No me reconozco, pero esa chica que veo, me da esperanza. Y me animo a pensar que todo pasa por una razón. Y sigo sin permitirme festejar a pleno las cosas buenas que llegaron como consecuencia de la ausencia de mi “mume”…
Pero, de vez en cuando, sonrío.

martes, 29 de junio de 2010

Make a wish

Es tremendo el ruido del silencio. El rugido de las olas y los embates de un viento frío que nos exige la retirada. El mar es el destino: El fin.
En el día en que se cumplen 6 meses de la muerte de mamá, entregamos las cenizas de Oscar al mar. "Es decirle adiós otra vez" escucho entre llantos y ¡ay!, cómo te entiendo.
Y me acuerdo de Ventana, cuando dejamos a mamá.
Me acuerdo de que en parte me quedé con ganas de decir algo...
Acá es distinto: El ruido a tormenta, viento y mar hace imposible cualquier duda; y así me convenzo de que las palabras sobran y respiro profundo la sal y el frío. Y lloro por él. Y lloro por ella. Y lloro por nosotros, que los extrañamos tanto.
Quisiera poder hacer que no duela tanto, amor. Quisiera con toda el alma.

domingo, 20 de junio de 2010

La fiaca

Estoy empezando a entender cómo funciono.
Tengo tres cosas que me hacen feliz al alcance de la mano... Y qué hago? Inmediatamente decido que el motivo de mi vida, el universo y todo lo demás, es una cuarta, inalcanzable, inaccesible. Y es entonces cuando entro en ese circuito de parálisis total. Fin del momentum. Nada de inercia.
Es extraño lo simple que se ve todo ahora.
Tengo un sistema para grabar. Si, OK, hace ruido... Pero me quedé con eso: Hace ruido. No seguí escribiendo canciones. No intenté pasar la melodía a una partitura para poder usarla de referencia. No seguí grabando nada. Hace ruido. ¿Buscaste cómo sacarlo? No... Pero hace ruido.
Quiero subir fotos de mis grabados a esa página que tengo por ahí, y tengo todo: Las obras, la cámara, TODO. Pero necesito buena luz... Y cuando hay luz necesito ganas, and so on.
Me ofrecieron ir a seguir metiéndole pata a mi profesión, porque la práctica hace al maestro... Y en lugar de aprovechar eso me sigo prometiendo un curso que por varios motivos no puedo pagar...
Hoy me duele mucho, muchísimo la cabeza. Me prometí que iba a ir hoy a yoga pero no. Y no sé si voy a ir mañana. Creo que quiero estar más con mis amigos. Y que quiero dejarme más tiempo de ocio, para darle espacio al ocio creativo que tanto dejé de lado. Porque estoy haciendo cosas, pero volví a sentir que no estoy haciendo nada...
Necesito una hamaca paraguaya acá, en la cabeza. Igual que la Robirosa.

jueves, 17 de junio de 2010

Magnifier

¿Se me fueron las ganas o ya no me importa?
Sea lo que sea, volví a uno de esos períodos en los que hago poco más que observar.
Colgué el libro, no fui a meditar, no fui a yoga...
Está bien, tuve mis razones... Pero tuve días de comer sano e, inmediatamente después, atacar el delivery con fruición.
"¿Qué te está pasando, Ce?", preguntaría madre.
Y, pasa que te extraño, vieja. Y pasa que la extraño a la abuela también. Recién veía una foto que tengo a mano de ella y estaba tan linda... Estábamos las tres tan lindas.
Me da algo de pena que la única foto en la que intentamos salir las tres, mostrando el triángulo matriarcal de esta familia, sea de esa época nefasta en la que yo usaba ortodoncia, pesaba 10 kilos más de los que no me hacía cargo, y tenía el pelo como Willy Wonka.
Extraño gustarme. Extraño querer cuidarme. Me extraño. Porque un cachito de mi se fue con cada una de ustedes, y me siento perdida. De a ratos más. De a ratos menos... Pero siempre fuera de foco.

martes, 15 de junio de 2010

And times goes by so slowly

Sigo transicionando, transitivamente transistórica. Es raro todo, coso.
Marido finalmente volvió, y como que me cuesta ubicarme. Como que se me complica aglutinar en un solo ente al hombre que dejé en la costa con el hombre que me devolvió Plusmar. Es extraño que las cosas se dieran así. Es triste entender lo que le está pasando, y saber que no puedo hacer nada más que estar. Nada más que esperar con él.
Mientras tanto, en otro lugar de Ciudad Gótica, mi vida sigue.
El zen me enseñó a estar acá, ahora; pero todavía me resulta extraño poder disfrutar de algunas cosas. Y eso que hablo de cosas super disfrutables, como un Cosmopolitan en el Sheraton, o el espectáculo de ver a Colegas en acción, Colegas con mayúscula que hacen que uno vuelva a enamorarse de la profesión que medio que dejó de lado.
Y al tiempo que me vuelve la pasión de la estudiantina, me vuelven los arrebatos coléricos. Lo extraño es que ahora los puedo pilotear in situ. En otra época hubiera reventado, pasada de hervor, y ahora… Ahora siento que si tuviera algo de memoria, me transformaría en una pústula sangrante de rencor y odio. ¿Tanto desprecio por una mosquita muerta? Such strong feelings for such an unimportant person, such an unimportant matter… But then I remember: Tengo memoria de pez. Y si respiro profundo y pienso en las cosas que truly matter, me relajo y siento paz.
Hacía un par de días que no le decía a mamá en voz alta que la extraño. Ayer se lo dije otra vez.

sábado, 12 de junio de 2010

It never rains. It pours

Yo tenía cuatro suegros, y era gracioso. No da tener cuatro suegros, ni en broma, pero Marido viene de una de esas familias modernas, y así se dieron las cosas.
4 Suegros. Cuatro suegros hasta el jueves.
El marido de mi suega se nos fue en la noche del jueves, asistiendo a una cita a la que estaba llegando siete años tarde. Siete años atrás le detectaron un cáncer violento de casualidad. Con un pulmón y un riñón menos, el tipo siguió haciendo su vida, viviéndola a su manera.
Y si, obvio que seguía fumando. Y así, contra todo pronóstico, sobrevivió a sus dos hermanos, que nos fueron dejando por el mismo motivo. Él era el del medio.
Marido es la persona más extraña del planeta. Lloró una vez, cuando le confirmaron que su "viejo" no salía del hospital. Después estuvo como siempre. Triste por momentos, pero presente.
Me acuerdo de cuando fuimos a la costa hace unos meses. Fuimos después de llevar las cenizas de mamá. Yo estaba tan lejos de mí... Es difícil de explicar. Creo que últimamente estoy volviendo a estar en contacto conmigo, pero en ese momento... Era un envase. Un traje de Ce.
Esta vez fue distinto. Pude sentir el perfume del mar, oír el ruido de las olas; tuve frío (y mucho), y descubrí fortaleza donde no la esperaba, en gente en la que no la esperaba.
Me invadió una sensación extraña. Rara. Me acuerdo que me repetía "Es un momento de transición", pensando que es un momento único, como nacer... Como morir como feto y nacer persona, como empezar a existir...

Y yo que pensaba que el Season Finale ya había pasado.

viernes, 4 de junio de 2010

Bonita es la gente que estuvo y no está

Mamá me enseñó a coser. A bordar. A abrir la puerta para ir a jugar.
Termino el ruedo de un pantalón y me acuerdo de ella ordenando su costurero.
Le costó enseñarme a bordar: Al ser zurda tenía que preparar todo en espejo para que yo aprendiera.
Mamá me preparaba el desayuno cuando yo iba al colegio. Y yo siempre me llenaba el jumper de café con leche cinco minutos antes de salir. Siempre tan torpe, tan chiquita. Como la vez que se me cayó el vaso de chocolatada de He-man y se hizo añicos, cortándome el pie: Mi primer marca permanente.
Mamá me enseñó a llevar ropa interior linda cuando voy al médico. Me enseñó a hablar geringoso. Me enseñó ortografía. Me dio amor. Me dio cariño. Me dio miedo, y se lo confesé esa vez que perdí por cuarta vez la billetera.
Mamá me hizo lo que soy. Mamá me dio un nombre. Mentira, me dio dos.
Mamá me ayudó a odiar el rosa y los volados, pero estuvo ahí cuando volví a quererlos.
Este mes van a ser 6 desde que mamá se fue. Y parece poco tiempo. Y parece mucho. Y es poco y mucho. Y lloré a mares escuchando "Bonito", de Jarabe de Palo. Y sonrío pensando en todo lo que me dió, estando y cuando se fue. Y vuelvo a llorar desconsolada cuando veo el banco del patio y me acuerdo cuando mamá se escapaba para fumarse el pucho del día y yo la acompañaba, para charlar de la vida, de Marido, de todo lo que no podíamos charlar con el resto de la familia presente.
Mi amiga.
Mi confidente.
No llegué a bajar del pedestal a mamá. Pensé que tenía tiempo, y ahora es todo más difícil.
Difíciles los 26. Difícil tener su edad cuando me tuvo. Difícil que el tiempo siga pasando.
El futuro no existe, pero yo te digo: Bonito. Y vuelvo a llorar.

jueves, 20 de mayo de 2010

Transformer

La casa se transforma y hoy, por primera vez desde que empezaron las reformas, me siento bien.
Me acordé de mamá en todo el viaje en colectivo hasta casa, pero no me dieron ganas de llorar. Evidentemente, meditar me hace bien.
Todavía no sé qué estoy haciendo, o creo que estoy empezando a entender mejor qué se supone que tengo que hacer, pero recién ahora. Y sin embargo me da paz.
Lo mismo me pasa con yoga. Meditar. Mente clara y estar acá, ahora. Por ejemplo, hoy almorcé pensando en mi almuerzo. En lo ricas que estaban las alcaparras con la calabaza. En las semillas de girasol. En mi sed. En mi hambre.
Es la primera vez desde que mamá murió que puedo salir a almorzar sola. Siempre que salía a almorzar por las mías, la llamaba... Y retomar el plan con su ausencia me dolía en el alma. Probé un par de veces, y me volvía llorando, a veces sin comer. Hoy pude.
Algo cambió ayer.
Este fin de semana.
Me puse una campera de mamá y encontré en el bolsillo un pañuelo. Un pañuelo de mamá. Me encontré de golpe con el vacío, con su ausencia. Me dolió en todo el cuerpo, pero creo que el encuentro hizo germinar algo en mi.
Cada vez grabo más y mejor, y el profe se pone contento cuando saco algo de la prensa.
El cello casi que a veces suena a música.
No le digan a nadie, pero empecé a escribir canciones.
Y tengo un nuevo tattoo: Una mariposa blanca.

domingo, 9 de mayo de 2010

Change

Se viene un extreme make-over en casa: Arranca mañana. Y me da un vértigo, una angustia.
Y es mother's day somewhere, y PostSecret me quema las retinas con esa frase:
"Your life made me strong, your passing has made me stronger"
Y creo que es un poco así.
Y sentí culpa.
¿Por qué no pude ser la que soy ahora con ella en mi vida?
¿Por qué no pude ver las cosas con la claridad con la que las veo ahora antes de nuestra última Navidad?
Hablaba de eso con Federico, y le contaba que Ella en los últimos años estaba tratando de disfrutar más. De ponerse en contacto con el presente. De ser feliz. De disfrutar del ahora, porque al fin y al cabo es lo único que tenemos... Y me da una bronca tremenda, se me llenan las tripas de angustia al no poder compartir con ella mi búsqueda, mis nuevos hallazgos, cuando lo que hoy trato de encontrar es lo mismo que buscaba ella.
"Entonces es un homenaje", dijo.
Lo miré con la misma cara que lo miro cuando no lo sigo.
"Tu búsqueda es un homenaje a sus últimos años de vida"
Y ahí entendí.
Her passing has made me stronger.
Federico dice que no hay homenajes sin una falta, sin una ausencia.
Todavía no estoy tan segura, pero la sola posibilidad hace que duela un poco menos.
Mañana empiezan las reformas en casa, para que deje de ser la casa de papá y mamá, y se convierta en mi hogar.
Y estoy feliz.
Y triste.
Y feliz.
Y triste.
Otro libro que se cierra.
The end.

Dame unos segundos para empezar a leer el próximo.
No puedo leer con los ojos mojados.

lunes, 19 de abril de 2010

Can't smile without you

De repente la vida es menos triste cuando Hellboy y Abe Sapien cantan esa canción.
Más cuando te extraño tanto.

sábado, 10 de abril de 2010

Cool

Hace media hora que estoy tratando de escribir un post, pero todo se mezcla. Creo que en realidad lo que quiero poner y no me animo, es que este año estoy decidida a apostarle al arte en todas sus formas.
La muerte de mamá resignificó todo. Dio vuelta mi universo. Cambió mi paradigma.
Mi primer momento feliz después de la muerte de mamá fue tocando el violoncelo, y no pienso ignorar esa señal. La música fue mi yunque. La música, y sólo la música, me mantuvo cuerda.
Sigo cantando. Sigo estudiando. Volví a la plástica y sólo pensar en los bocetos que todavía no hice, me roba sonrisas.
Hace unos días me encontré contando otra vez lo de mamá. A cambio, me recomendaron un libro para organizar el proceso creativo. Si el arte, como dice Zoqueta, es cagarte de frío; claramente estoy entrando en la era de hielo.

domingo, 4 de abril de 2010

After the end, there's a new begining

Y volvimos.
Dejamos a mamá en Sierra de la Ventana, post acto de vandalismo y lágrimas. Pasamos una y mil mariposas blancas de camino a las sierras, y una única mariposa del mismo color nos sobrevoló mientas buscábamos dónde dejarla.
Es raro encontrarme con gente que no se enteró después de tanto tiempo.
Es raro que la tía de mamá nos llame para pascua cuando nunca se acordó de nosotros.
Es raro que el que llame a mis tíos con los que nunca tuvo una gran relación sea mi viejo. "Mami quería mucho a los chicos", dijo.

Este es el año más extraño de mi vida.
Se me vienen encima un taller de grabado, más clases de cello, una remodelación a todo trapo y una especie de supervisor made in India. No, de mi profesión ni noticias.
A veces lloro porque todo esto (la vida) se va a terminar.
Otras veces lloro porque extraño a mamá.
Le dije a Federico: "Estoy tratando de encontrar dónde sostener todo lo que me apoyaba mamá... Pero no me falta una pata. Siento que me robaron medio continente, un elefante y parte del caparazón de la tortuga.
Mañana va a ser mi primer día de meditación. Let see how that goes.

sábado, 27 de marzo de 2010

Crowd

Es extraño, pero nunca vi tantas mariposas blancas como hace dos semanas, en Coronel Suarez.
We're all back home.

jueves, 11 de marzo de 2010

Traveling

Cuando falleció mi abuela, mamá dijo que quería que la crememos y que la llevemos a las sierras.
En ese momento jamás se me hubiera ocurrido que podía pasar lo que pasó.
Me cuesta decir que mamá murió. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas.
Pasado mañana empieza el último viaje con mamá, y esta semana ya me caí en la vía pública, tuve brotes alérgicos y me empecé a contracturar. El cuerpo trata de expresar lo que uno no puede poner en palabras.
No quiero ir a este viaje pero si quiero. Desde lo inconsciente me niego tajante, pero desde lo consciente sé que me va a hacer bien, que necesito las vacaciones que vienen después, que me hace falta... Pero si fuera por mi, mamá no llegaría nunca a las sierras. Me cuesta dejarla. Me cuesta despojarme de ella. Me cuesta soltar... Pero es algo que hay que hacer. Mi vida con mamá ya es parte del pasado, y no hay que aferrarse a lo que ya no es. La única forma de disfrutar del presente es hacer las paces con lo que pasó, por mucho dolor que nos cause.
El problema es que yo sigo sintiendo que el pasado me debe algo, que me debe un rato más de mamá. Será cuestión de que nos sentemos a charlarlo.

lunes, 8 de marzo de 2010

Madame Butterfly

Cuando mamá se puso a hablar con su abuela sobre la muerte, la abuela Catalina le dijo que no se preocupara. "Cuando veas una mariposa blanca, vas a saber que yo estoy ahí, cuidándote"; le aseguró. Pasaron los años; Catalina creció, envejeció, y finalmente dejó su cuerpo atrás. El día que decidió marcharse, mamá vio pasar una hermosa mariposa blanca.
Durante mi adolescencia, mamá me contó la historia de las mariposas blancas. "Cosa de Mandinga", sentenciamos las dos. Imaginen nuestra sorpresa cuando, a principios del año pasado, el día mi abuela se fue, mamá también vio una mariposa blanca. Yo la vi unos días después. Me acuerdo que nos contamos los dos encuentros una tarde, cuando estábamos preparando el viaje para llevar las cenizas de la abuela Rosa. Mamá entraba la ropa de la soga, y charlábamos sobre lo extraño de esa "coincidencia".
Desde que a mamá le tocó irse, yo esperaba a mi mariposa blanca que no llegaba.
Ayer pasamos el día al aire libre. Estábamos sentados a la mesa, almorzando. Charlábamos de cualquier cosa y, de repente, vi que los ojos de Marido se iluminaban. Me dijo "Mirá", casi en susurros. Giré la cabeza y ahí estaba. No era blanca, pero se había posado en la esquina de la mesa, a unos cinco centímetros de mi mano. Se quedó abriendo y cerrando sus alitas casi 5 minutos enteros, y no se fue ni cuando le pasamos las manos muy, muy cerca.
Ya no espero a mi mariposa blanca.
La de mamá, era naranja.


Blurry, pero me olvidé de llevar la cámara

domingo, 28 de febrero de 2010

Your own... personal... Buda

Hace 4 días que me siento mejor.
Febrero fue, lejos, el peor mes de mi vida. Pero también fue el mes en el que aprendí mucho de mi misma. No paraba de pensar si todo "esto" es real. Que nada vale la pena porque, hagamos lo que hagamos, todos vamos a morir. Dudaba de la realidad. Tenía miedo de dormirme, pensando en que puedo no despertar, y no paraba de llorar.
Creo que durante febrero, toqué fondo.
No sé bien por qué empecé a leer sobre Budismo y Taoísmo. Creo que fue un poco por que siempre me dio curiosidad, y otro poco porque trabajo con gente interesante. Y como quien no quiere la cosa, me encontré con gente que no cree en un dios ni en varios; gente que busca desapegarse de todo, hasta de sí mismos. Gente que cree que el "yo" es una ilusión; y que cree que cuando cesa el ciclo de renacimientos, cuando se deja de existir, se alcanza un estado de total libertad.
No sé si creer en eso de renacer una y mil veces buscando el Nirvana, pero si hay gente out there, que no cree en un dios y está en paz con la idea de no existir, quiero que me ayuden a verlo así. Quiero eso. Quiero por primera vez hacer las paces con mi muerte, y disfrutar cada minuto de mi vida.
So I got myself a goal and some peace of mind, que no es poco.

domingo, 21 de febrero de 2010

No hay mal que dure mil años...

Volvió mi apetito.
Supongo que es un buen síntoma, pero no estoy muy segura. No estoy muy segura de nada últimamente. Por lo menos mi cuerpo decidió dejar de molestar, y empezó a portarse como siempre.
Me di cuenta de que lo único que me hace salir del círculo de la tristeza, es la música. Por eso, voy a dejar de patear la pelota, y voy a comprarme un cello. No pasa de la semana que viene. Todo bien con eso de que hay que tomarse un tiempo para elegir, pero necesito tener ese instrumento en casa para no tener que esperar la clase por un poco de paz mental en la semana.
Me da un poco de culpa sentir que surgieron cosas buenas de la muerte de mamá. Me agarró una urgencia por vivir que no sé dónde poner. Y me di cuenta de que la música es lo que me mantiene a flote.
La música y mis afectos... Pero bueno, mis afectos están todos tullidos, mutilados por la misma ausencia que me afecta a mí. Por eso siento que la música es el lugar en el que puedo apoyarme y sostenerme.
Creo que encontré mi bastón.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Nada

Cuando F. me dijo que era optimtsta al pensar que estaba perdiendo el tiempo estando triste, no entendí.
Claro, -me contestó- porque si hay algo que podés perder, te estás parando del lado del que tiene... Y no tenés nada. Nadie tiene nada.
Le dije que no me gustó un carajo esa frase, y me la remató con un: Por ahí quiero que veas las cosas desde otro ángulo.
En ese momento pensé que me iba a angustiar pero, por el contrario, me inundó una extraña sensación de paz. Estuve un par de días mejor, y casi que podía pensar en mamá sin largarme a llorar cada vez, pero la angustia empezó a volver hace un tiempo. Y me repito que está bueno que te queden cosas pendientes, porque significa que todavía tenés planes y querés hacer cosas, pero la tranquilidad no me dura mucho. Ya hace unos días que repetirme que "no tengo nada" no me hace sentir mejor...

martes, 9 de febrero de 2010

No voglia

Nada de ganas tengo.
Ganas de nada.
Es una sensación horrible... Siento que nada vale la pena, que nada tiene sentido.
Para qué, si igual me voy a morir.
Es algo super desagradable, pero el problema que tengo es que no pienso eso. Siento eso. Y no puedo sacarme esa sensación de la cabeza. Y sé, y entiendo que no es así... Pero cómo hago para erradicar ese sentimiento? El muy jodido está aferrado con uñas y dientes.
Y me pasa que no puedo disfrutar de nada. Ni de la comida, ni del sexo, ni de nada. Lo único que me sacó la cabeza del estancamiento por un rato fue cello, porque me exige mucho y no llego a pensar en otra cosa. Me pasó salir de la clase toda contenta, y recién ahí acordarme de que mamá había muerto. Sentí algo de culpa, pero también durante la clase tuve un respiro...
Y ahora mi profe se fue de vacaciones y acá estoy, llorando por los rincones.
Me cuesta comer. Me cuesta cantar. Me cuesta concentrarme en algo que no sea cómo se sentirá morirse.
¿Por qué no puedo alienarme otra vez?
¿Por qué no puedo ofuscarme por nenadas, como hacía antes?
Hace unos días escuché a un flaco en la tele, que contaba que cuando su papá murió, quedó insensibilizado con respecto a todo, a lo bueno y a lo malo. Y me siento un poco así, como entumecida. Veo que la gente se preocupa por sus cosas, por la vida de los demás, comenta...
Y todo me parece tan... Vacío.
También me dijeron que es normal sentirse así. Esa sensación viene con eso de sentir que te sacaron el piso de golpe, y con la brillante idea de que todo esto no puede ser cierto. Que esto no puede estar pasandome a mi.
Y si, fijate nomás que me pasó a mi.
Y ya no tengo a mi mamá.
Y la extraño.

martes, 2 de febrero de 2010

Plantita de alelí

"Allá en mi pago (Jujuy) todo se hace con música. Pa´las siembras y cuando se pastorea. Hasta en los velorios también a veces se baila y se canta. A veces lo hacemos medio llorando y llorando también".

Plantita de alelí, qué bonitos colores tienes.
Colores de mis esperanzas, colores de mis ilusiones.

Plantita de alelí, qué parecida es nuestra suerte.
Que para ti llega el invierno y para mi llega la muerte.

Plantita de alelí, de qué nos vale la hermosura.
Si se han de marchitar mañana tus flores en mis sepultura.

De Anastasio Quiroga

lunes, 1 de febrero de 2010

La marca del deseo

Después de un fin de semana existencialista, al fin tengo un poco de paz. Ahora no me duele el pecho, ni tengo ganas de llorar.
En el existencialismo, así como en la total frivolidad, no hay lugar para el deseo; dijo F. Y entre eso y que mi viejo me dijo "todo es por vos, por ustedes", terminé de entender.
Mamá, "mi Mume", decía siempre que hay que segur al deseo, y es así. Porque hoy es lo único que tenemos. Porque ahora es todo.
Respiro profundamente, y me sorprende el perfume de la chica que tengo al lado.
Es un lindo perfume.
Viajo en el 128, y el viento me golpea en la cara.
Vuelvo a casa.

miércoles, 27 de enero de 2010

Un mes

30 días.
Cuatro semanas.

Ayer fue 26 de enero, un mes justo desde que mamá se fue.
Hace varios días que no dejo de repasar un par de ideas en mi cabeza.
No creo en la iglesia. No creo en Dios. Bueno, no creo en Dios como un señor sentado arriba de una nube, con pelo y barba larga y con rostro sereno. Creo en una constante universal, en un todo completo, en un orden, en que la energía se recicla. Y al fin y al cabo somos eso. Un pulso eléctrico que viaja de neurona en neurona, sinapsis por sinapsis, transmitiendo una idea, una sensación, un sentimiento.
Creo que cuando me muera voy a dejar de existir como persona, como ente, como ser. Que me voy a dormir profundamente y que nada va a importar nunca más. Y tengo miedo. Miedo de dejar de ser. Terror.
Cómo es el mundo cuando uno no existe?
Importa?
Será como cuando éramos no natos. Cuando todavía no teníamos conciencia.
Será la nada.
Me angustia mucho pensar en eso.
Pensar en el no existir. Pensar en que mamá ya no existe.
Y otra vez, ya no tengo sueño.

jueves, 21 de enero de 2010

Train wreck

Estoy harta del "Tren de la Alegría".
Así me autodenominé hace unos días, hastiada por lo interminable de esta sensación.
Quiero estar contenta por más de 45 minutos y que no se me llenen los ojos de lágrimas cada vez que te pienso.
Necesito que deje de doler cada vez que imagino que el día que yo lleve en mi vientre a tu primer nieta, no voy a poder contarte. Que no voy a poder llamarte para quejarme de mis tobillos hinchados. Que no vas a estar ahí para decirme que todo va a estar bien. Porque las cosas no siempre están bien.
Yo me repetía, cuando esperábamos tu parte médico, que íbamos a estar bien. Mi mantra. Toda mi esperanza en el único lugar en que podía ponerla:
"Vamos a estar bien, todos vamos a estar bien."
Y no, Ma. No estamos bien.
Nos dejaste con las ganas. Con ganas de hacerte abuela. Con ganas de que te rieras de mis miedos. Con ganas de tenerte acá, con nosotros.
Quiero poder pensar en el día de mi casamiento sin angustiarme porque estabas tan linda. Quiero poder ver tus fotos con ganas, en lugar de esquivarlas porque duelen.
Pero no, uno no obtiene lo que quiere.
Y la vida se siente ingrata, como si no valiera la pena.
Estoy cansada de llorar durante horas, y que la sensación más parecida a la paz sea ese adormecimiento que te da cuando los ojos se te cierran por lo hinchados, y la cabeza te duele tanto que ya nada importa.
Basta.
Por favor, basta.

lunes, 18 de enero de 2010

Happy birthday, love

Con mamá queríamos estudiar cosas juntas. Alguna vez me confesó que tenía ganas de tatuarse. Quería cantar en nuestro casamiento. Siempre soñó con conocer Grecia, un poco por el paisaje, otro poco por Shirley Valentine. No se llevaba muy bien con el envejecer, siempre tan coqueta. Le gustaba la menta, el verde y las extravagancias. Estaba feliz con sus pericias, apasionada en su trabajo. Se preocupaba por mí todo el tiempo, y seguía enamorada de papá.
Ayer hubiera sido su cumpleaños.
Brindamos por ella, y nos fuimos a dormir.
Hoy no tengo ganas de nada...

lunes, 11 de enero de 2010

The wet blanket

Cuando fuimos a celebrar el cumpleaños de mi primo Germán, mi viejo lo dijo medio en joda, medio en serio: "Y ahora vamos a arruinarle la noche a la gente que salió a comer". Cuando no salís a comer afuera todos los días, hacerlo es como una celebración... Un festejo sutil, si se quiere. Y si cuando salís a celebrar, te encontrás con una mesa de 5 adultos y dos niños, de la que más de la mitad tiene los ojos en compota, es que algo no anda bien.
Me siento una outsider en todas las actividades que incluyan felicidad. Hasta un encuentro casual con amigos de Marido, que te preguntan con la mejor onda "¿Cómo estás?" se transforma en ese lugar inhóspito.
Holanoestoybienmamámurió.
Terminé hasta pidiendo perdón. Perdón por tener esta inmensa cara de culo.
¿Qué me pasa?
No puedo andar por ahí disculpándome porque mi mamá se murió el día después de navidad.

miércoles, 6 de enero de 2010

Diary

Hoy en mi hora de almuerzo salí sola, y no llamé a mamá. Gasté una fortuna en un par de zapatitos verde agua que siempre quise tener, y lloré en silencio mientras volvía a la oficina por Córdoba.
Me olvidé de almorzar, pero tengo un paquete de galletitas y caldo instantáneo, así que voy a ver cuanto puedo tirar con eso. Es como si no quisiera cuidarme más, pero por suerte se me da por momentos. Es eso o no sé por qué no cancelé mi turno con la nutricionista.
Ayer me fui de la oficina en mitad de mi horario y llorando. Me alteré por una idiotez y no pude remontarlo más. Me subí a un taxi y la radio no paraba de hablar de Sandro. Les conté a unos amigos que tengo una teoría: El Gitano vio pasar a la vieja en sueños y se dijo "No me puedo perder a esta rubia", y se fue tras ella.
Una amiga de Padre que vio a mamá sólo dos veces, me dijo: "Mujeres como esa, no se olvidan fácilmente". Para los demás, iluminaba los lugares en los que estaba. Sólo unos pocos conocíamos el costado taciturno, la melancolía, la protesta y el perfeccionismo extremo... Pero aun así se las ingeniaba para ser encantadora.
Delicada, diplomática. Todo lo que yo no supe ser, y más.

Mamá dejó un diario que escribió por más de diez años. Ya voy a juntar coraje para leerlo.

lunes, 4 de enero de 2010

About me

Ceci:
Tu primer chocolate no te gustó.
Mamá.

Texto manuscrito en el reverso de un chocolatín, encontrado en un placard que ahora está vacío.

viernes, 1 de enero de 2010

Left behind

Es como una mochila que te atraviesa. Pesada como nada en el mundo, adherida con uñas y dientes a mis entrañas. Es una fuerza irrefrenable que hace que me pesen los párpados, y que quiera acostarme a dormir todo el tiempo del mundo. Es el aire viciado en su habitación, y la idea nefasta de vaciar su placard y embolsar toda su ropa. Es sentir esta angustia insoportable que nace en medio del pecho y que, compañera, no te deja ni a sol ni a sombra. Es perder a una amiga que siempre tuve, pero que reencontré hace tan solo 9 meses, cuando la abuela se fue. Es la soledad irrevocable que siento. No tenerla. Haberla perdido para siempre. No más reclamos por no llamar. No más sonrisas para confirmar que estoy haciendo las cosas bien. No más hablar horas por teléfono ni compartir teorías filosóficas. No más repasar su niñez en el campo o la mía en la ciudad. Nunca más opiniones sobre cómo solucionar mis quilombos, porque ella siempre estuvo para mi, incondicional. No más abrazos, no más sonrisas, no más besos.
Mamá falleció este 26 de diciembre, y duele.
Y la extraño.