miércoles, 10 de febrero de 2010

Nada

Cuando F. me dijo que era optimtsta al pensar que estaba perdiendo el tiempo estando triste, no entendí.
Claro, -me contestó- porque si hay algo que podés perder, te estás parando del lado del que tiene... Y no tenés nada. Nadie tiene nada.
Le dije que no me gustó un carajo esa frase, y me la remató con un: Por ahí quiero que veas las cosas desde otro ángulo.
En ese momento pensé que me iba a angustiar pero, por el contrario, me inundó una extraña sensación de paz. Estuve un par de días mejor, y casi que podía pensar en mamá sin largarme a llorar cada vez, pero la angustia empezó a volver hace un tiempo. Y me repito que está bueno que te queden cosas pendientes, porque significa que todavía tenés planes y querés hacer cosas, pero la tranquilidad no me dura mucho. Ya hace unos días que repetirme que "no tengo nada" no me hace sentir mejor...

No hay comentarios: