lunes, 2 de agosto de 2010

Calambre

Como que tendría que ponerme a hacer mil cosas, pero no. Es como estar atrapada. Esa es la sensación que tengo. Atrapada en la inercia... Es como tener un tapón en el potencial. Un bloqueo en el nervio creador. Es como tener una zapatilla trabada en el fondo del lavarropas, atorada, encajada e inamovible.
Siento que debería estar más tiempo en casa, para poder dedicarlo a esas cosas que me hacen bien. Hoy la casa nos queda chica con todas las habitaciones a medio usar, y entonces todo se vuelve mucho más difícil. Si por ocho meses (Si, ocho meses... Una locura) no tuve mi espacio, ¿cómo voy a tenerlo ahora, que hay menos lugar?
Ensardinada. Enlatada. Entumecida.
Es como vivir en un embutido. En una salchicha parrillera fluorescente que nadie quiere comprar.
Seguro que me va a gustar con el tiempo, pero ahora siento la soga al cuello.

La semana pasada, cuando llegó papá a casa, tuve que correr al baño para lavarme la cara. Me había pasado la tarde mirando el diario de mamá y llorando a mares. Tenía los ojos hinchados como un zapo pero, obviamente, los dos nos hicimos los tontos.

2 comentarios:

La Garrapata Vegetariana dijo...

Ahora queda chico, chico y con polvo. Es un despelote a cuatro manos.
En un tiempo va a quedar grande, probablemente grande y con polvo por un tiempo :P
Y el espacio se va a crear a si mismo, como pasó antes.

¨ce_ dijo...

Y... Y...
Y si armamos el placard?
:$