Hacía años que no tenía anginas.
Cuando era chica, tenía tres o cuatro anginas purulentas y rabiosas por año, siempre con fiebres altísimas. Una vez tuve convulsiones por la fiebre, y me llevaron al hospital de niños. Recuerdo vagamente cuando me metieron en una bañera con agua helada, para bajarme la temperatura. Mamá siempre estaba ahí. Ella me agarró en brazos y se puso a correr por la casa. "Había que hacer algo". Por suerte a papá se le ocurrió frenarla, subirla al auto y llevarnos al hospital.
Hacía años que no tenía anginas y no creo que esto sea casual. Tener anginas a una semana del día de la madre, no me suena a coincidencia. No puedo separar el no poder hablar del dolor de garganta del hecho de que no voy a poder decirle "Feliz día" el domingo.
Mind over body.
Soy tan carne de diván.
2 comentarios:
i don't really know about you and your life, but this is one the best things that i read nowadays.
Thanks for reading.
Publicar un comentario