viernes, 6 de noviembre de 2009

Tadá!

Hacer tiempo es justamente lo contrario. Des-hacerlo. Es como deshilachar un pedazo de tela, como destejer un suéter con varios lavados encima. Hacer tiempo es distraerte para que todo pase más rápido. Hacer tiempo es tirarte pansa arriba y mirar el techo como un idiota hasta que el perro te pida atención.
A veces tengo la sensación de que me pasé la vida haciendo tiempo. Como que todo lo que pasó fue una secuencia de hechos no relacionados que ocuparon un espacio hecho de nada. Como que el tiempo se me escurrió entre los dedos como arena fina, y que ya es tarde para todo.
Otras veces tengo la sensación de que, si cierro los ojos muy, muy fuerte, el mundo va a parar de girar. Y no, nunca para.
Quiero dejar de hacer tiempo. Quiero salir a la calle y correr bajo el cielo estrellado, mirarte a los ojos y sentir, como esta mañana, que estoy haciendo algo. Algo que me hace bien, que me alimenta, que me nutre, que me inunda, que te hace reír. Quiero ser alguien ahora y no sentarme a esperar a la persona que puedo llegar a ser en una hora, tres días, seis meses o quince años.
Quiero dejar de esperar que algo pase y me sorprenda. Deslumbrarme a mi misma. Right here, right now.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sacaste las palabras de la boca.

Ce, excelente, como siempre.

Beso

Zoqueta dijo...

Then do it!
Que no sean palabras que se van con el viento, como suele sucedernos.

:)