lunes, 27 de septiembre de 2010

Hacé como Moria

Tuvimos un fin de semana de suegra y, pasada la tormenta, lo primero que hago es ir a ese lugar ingrato de los mails viejos. Es como cuando buscás los poemitas pedorros que te escribió tu ex... O peor, cuando se pasaban la lista de supermercado por via electrónica.
Y ahí va uno, en la búsqueda de un "Te quiero", un "Te amo", un "Te extraño" perdido entre el jabón en polvo y el Cif Gel: Mendigando cariño.
Suplicando esas palabras que sabemos que alguna vez nos dijeron, pero que no quedaron registradas en ningún lado. Buscando los clavos emocionales que lo atraviezan a uno, y rempujándolos con el dedito infantil para adentro, donde más duele.
Y si querés llorar, llorá... ¿Qué querés que te diga?
Porque no jodamos, buscar los mails de tu vieja entre todos tus mails archivados tiene sólo un propòsito: Querer llorar.

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