miércoles, 10 de noviembre de 2010

Explode

Estoy distinta.
Hace unas semanas que noto el cambio, y no está mal. Es bueno, porque me están pasando cosas lindas... Y no hablo de sorpresas, de cosas "autofdeblú". Hablo de causalidades bien plantadas, de hijos amados del trabajo y del esfuerzo. Hijos que bien podrían haberse quedado huérfanos si no se hubiera liberado toda esa energía implosiva en mí el día que me di cuenta de que mamá no estaba más.
Creo que todas estas cositas lindas, estos detalles, mis historias mínimas, son posibles por lo que me tocó vivir. Y creo que en mi estado anterior, en ese letargo inerte del no saber que estaba viva, no hubiera valorado, siquiera notado muchas de ellas. Hubieran pasado sin pena ni gloria. Se hubieran perdido en un mar de arenas, como un par de anécdotas.
Hace un par de días, por primera vez en varios meses, tuve ganas de bailar. Estoy usando más faldas. Estoy sintiendo más deseo, más impulso, más sangre en las venas.
Hace un par de días que el luto dejó de tener sentido, y esa sensación, se hace carne en este blog.
Lavate la cara y rajá de acá, que el día recién comienza.