sábado, 23 de octubre de 2010

Under pressure

Hace un rato que le estoy dando vueltas al asunto, y no sé cómo escribirlo. O si se, pero no me acuerdo de una parte.
To summarize:

Pasó el día de la madre.
Marido se fue de viaje.
Murió un muy amigo de una gran amiga.
Nos pasamos la tarde de tapas, hablando de la vida, del amor y de nuestros muertos.
Vale aclarar que antes yo tomaba como un vikingo, pero desde que estoy flaca, un Gancia me hace reír, y una porción de fritas me deja patas para arriba.
Sigue la semana, y me voy a dormir a casa de otra amiga.
Abriendo el tercer blanco, nos decimos que nos queremos, nos abrazamos y mi cabeza hace un fundido a negro.
Me despierto hora y media después de mi horario de laburo, al lado de un balde y con comida china en el pelo. Baño mediante, estoy en la otra punta de la ciudad pero voy igual. Ya había una baja en la oficina, y pese a un ataque al hígado feroz me sentía bien, así que fui para blanquear mi conciencia.
Voy, hago mi papel, doy lástima a cuatro manos y casi no como.
Mi jefa cree que estoy embarazada, y no da decirle que tengo una resaca masiva de una semana de duración.
A papá nunca le conté.
A Marido sí, vía Skype.

No sé por qué me estoy pegando tanto. Por ahí porque no celebré el día de la madre. O puede ser la presión laboral. O que sin Marido tengo dosis doble de Padre. O que sin Marido todo se me hace cuesta arriba.
El lunes lo charlo con Fede y les cuento.

3 comentarios:

Ana María Mesa Villegas dijo...

Qué pena que yo te diga siempre lo mismo... leo todas tus entradas... este es el blog que más me gusta leer! cuando lo leo es imposible que en mi cabeza no suene ese acento de ustedes que me encanta...

Abrazos desde Colombia

Anónimo dijo...

Uh...y eso que a mi no me viste.

Si no, estariamos en el horno.

:)

besos.

¨ce_ dijo...

Ninguna pena, Ana :)
Gracias por estar del otro lado!

Puf, Camiiiiii!!!
Cenemos esta semana o voy a explotar.
:P